En Chia, en plena campiña, frente a las dunas de arena de un mar espléndido, había un viejo viñedo con un almacén para guardar barricas. Junto a la estructura, un pozo muy antiguo que, dada su construcción troncocónica, podría datar de muchos cientos de años.
El viejo almacén fue escenario de abundantes aperitivos y solemnes borracheras durante la vendimia y las diversas operaciones de trasiego, hasta que quedó abandonado al decaer el viñedo. De una reforma de la masía, el pozo y el patio nació Crar'e Luna.